La autonomía de las realidades terrenas

Resumen

Para Eladio Chávarri, la vida humana se diversifica al menos en ocho dimensiones vitales o parcelas de la vida: biopsíquica, cognitiva, económica, estética, ética, lúdica, religiosa y sociopolítica. Si los seres enriquecen o desarrollan al ser humano en alguna de estas ocho diversidades de vida, los llamamos valores; si lo deterioran o lo destruyen, contravalores. Los valores son asimilados por nuestras dimensiones vitales siguiendo un orden. En el centro, y dirigiendo ese orden siempre están los valores de una determinada dimensión vital. En el pasado fueron los valores religiosos. Hoy son los valores biopsíquicos y los económicos. Ellos son ahora los que “modalizan” a los demás valores otorgándoles una nueva sustancia; también a los religiosos y éticos. Ninguna acción humana es autónoma respecto de este núcleo o centro valorativo.